jueves, 25 de octubre de 2007

La Sexualidad en Adolecentes







Una conversación indispensable
Sexualidad adolescente


¿A qué edad los jóvenes están empezando su actividad sexual? ¿Se conocen lo suficiente a sí mismos? ¿Están conscientes de las consecuencias que implica esta iniciación? ¿Se lo cuentan a sus padres? ¿Cómo reaccionan ellos?

Hablar de sexo con los adolescentes


Sin duda, se trata de temas importantes, que no pueden estar ausentes en las conversaciones del núcleo familiar; en especial, cuando los hijos son adolescentes.

Hablar de sexualidad con los hijos siempre es complicado. La mayoría de los padres no sabe cómo acercarse a los jóvenes para conversar de este tema. Y del mismo modo, rara vez los adolescentes toman la iniciativa para charlar con sus progenitores sobre sus dudas y opiniones acerca de estos tópicos.

Adultos deben iniciar el dialogo










Sin embargo, es indispensable que padres e hijos mantengan una comunicación fluida con respecto a la sexualidad. Al ser los adultos los encargados de velar por su familia, ellos deberían iniciar las conversaciones, no sólo con el fin de acercarse y conocer más a sus niños, sino también con el objetivo de educarlos y guiarlos en lo que al desarrollo sexual se refiere.

Desconocer la realidad puede ser "esconder la cabeza"

El problema es que, pese a que estamos en pleno siglo XXI, muchos papás y mamás actúan como si el tema no existiera y ni siquiera se dan por enterados de que sus hijos adolescentes mantienen relaciones íntimas con sus parejas, o bien, quieren empezar a hacerlo. De hecho, muy pocos adultos conocen los resultados de una encuesta realizada en el 2000 por el Instituto Nacional de la Juventud, la cual indicó que el 60% de las mujeres chilenas, así como el 65% de los varones, está empezando su vida sexual entre los 15 y los 18 años.

Opinión de una experta

Pero muchos padres prefieren cegarse. "Lo ideal para ellos es que los hijos se inicien sexualmente lo más tarde posible. Y por este ideal, muchas veces se niegan a la realidad de que sus niños ya han tenido sus primeras experiencias", sostiene Andrea Schilling, ginecóloga de la Unidad de Atención Integral del Adolescente de la Clínica Alemana. "Nadie espera que su hija de 16 años esté teniendo actividad sexual, ya que lo mejor es que la deje para cuando se encuentre en condiciones de afrontar las consecuencias, como puede ser un embarazo. En el fondo, que esté madura emocionalmente y que no se vaya a arrepentir de lo que hizo en caso de que termine con el pololo", agrega.

"Mi hija es tan chiquitita"





Los padres suelen tener la sensación de que sus hijos siguen siendo pequeños a los 15 años. Y si bien es verdad que aún no están emocionalmente maduros, también es cierto que los adolescentes ya no se sienten -ni quieren ser tratados-como niños y desean empezar a vivir nuevas experiencias, incluso en el plano amoroso y afectivo. Por lo mismo, es bueno conversar abiertamente el tema.

Comunicarse: toda una técnica




La preocupación de los papás -que siempre es más evidente cuando se trata de la sexualidad de las niñas- es normal y no es malo sentirla. Lo que sí complica es la manera en que se expresa. "Hay muchas mamás que hablan con las hijas, pero de manera equivocada: ¿No es cierto, m'hijita, que usted no está teniendo relaciones con su pololo?', les dicen. Así están partiendo mal, pues no logran que las hijas les confíen su secreto. No hay que hablarles con ese lenguaje de negación, ya que se les cierra la puerta", advierte la ginecóloga.

Sin temor a lo desconocido

A qué edad los jóvenes están empezando su actividad sexual? ¿Se conocen lo suficiente a sí mismos? ¿Están conscientes de las consecuencias que implica esta iniciación? ¿Se lo cuentan a sus padres? ¿Cómo reaccionan ellos? Sin duda, se trata de temas importantes, que no pueden estar ausentes en las conversaciones del núcleo familiar; en especial, cuando los hijos son adolescentes

Cariño y comprensión.

Lo más aconsejable es conversar el tema con tranquilidad y sin recriminaciones ni amenazas. Que ante todo, impere el cariño y la comprensión, en vez de la desesperación. Así, sin convertir la charla en motivo de conflicto familiar, hablarles sobre la importancia de cuidarse, con todo lo que la palabra implica: desde la protección emocional -que involucra no resultar dañada (o)-, hasta otro tipo de consecuencias, como un posible embarazo no deseado o el riesgo de adquirir enfermedades de transmisión sexual. En gran parte de los casos, los jóvenes no se detienen a pensar en que algo así podría ocurrirles y es deber de los adultos hacérselos saber y comprender.

Canal profesional de información







Como papá o mamá, uno sigue siendo responsable, y hay que armarse de valor para hablar de estos temas abiertamente con los niños. En último caso, decirles que si no les quieren contar a ellos (los padres), es posible llevarlos con un profesional para que hablen del tema y no corran riesgos", aconseja la doctora Schilling, quien pone énfasis al declarar que "el primer paso aquí debe ser de los padres. Uno se preocupó de que los hijos aprendieran a caminar, de enseñarles a comer, entonces, también debe preocuparse de esto. No es fácil, pero se trata de una más de nuestras responsabilidades".

La importancia de conocerse







complican se trata, extraña vez los padres conversan con sus hijos acerca del conocimiento de su propio cuerpo. De hecho, la mayoría aún no ve con buenos ojos actos como la masturbación, que por lo general se empieza a experimentar en la adolescencia.

Las más afectadas en este sentido son las chicas. Los varones hablan más abiertamente de estos temas con sus padres, pero no así las niñas, que por pudor, temor o vergüenza, no se atreven a conversarlo con sus mamás. Por otro lado, para las madres también suele ser un tema tabú, por lo que definitivamente ni se lo mencionan a sus hijas. De hecho, la gran mayoría de las representantes del género femenino -de todas las edades- desconoce cómo son sus propios genitales, a diferencia de los hombres, quienes desde pequeños han visto y han jugado con los suyos sin problemas ni vergüenza.









empezar

La doctora Andrea Schilling sostiene que el conocimiento de las áreas íntimas del cuerpo favorece el buen desarrollo psico-sexual, por lo que también es recomendable hablar de este tema con los adolescentes e, incluso, con los niños, aunque utilizando un lenguaje de acuerdo con la edad. "Si sabes cómo son tus órganos, dónde están y todo eso, vas a tener menos susto el día de tu iniciación sexual", asegura

La importancia de la ginecóloga y el primer examen.

Debe ser un especialista recomendado por su pediatra

Si para las mamás resulta demasiado complicado conversar con su hija al respecto, lo más aconsejable es que la lleve donde una ginecóloga infanto-juvenil, quien la ayudará en este aspecto. "En la primera consulta ginecológica, uno las mide y las pesa. Si tienen 16 o 17 años, se les ofrece mirar el área con un espejo, lo que no involucra ningún examen interno", aclara la doctora, agregando que se trata de experiencias muy importantes. "A veces, (las pacientes) se cohíben, porque es algo tabú y piensan que las van a ver como morbosas. Pero se les explica, por ejemplo, cómo usar tampones. Eso les ayuda a entender más. Y se les muestran los labios mayores, los labios menores, la entrada del himen, el clítoris, todo. La idea es hacerlas sentir que es algo normal".

Los padres deben madurar

Para algunos padres y madres, estos temas aún son bastante complejos. Pero vale la pena que les den varias vueltas en la cabeza y que se atrevan a conversar con sus hijos, o bien, que los incentiven a consultar a un especialista, para que puedan aclarar sus dudas y aprendan a encarar y a desarrollar se sexualidad de manera sana y responsable.